Ir al contenido principal

LAS MANZANAS DE NAVIDAD

LAS MANZANAS DE NAVIDAD 
 
 
 

En un recóndito lugar de Villaviciosa, Abundio va colocando las jarras de cristal en la repisa sobre la barra de madera de su pequeña tasca.

—Abundio, este año la cosecha se nos va de las manos.

—¿No fue buena, Xuan?

Xuan niega, con el ultimo trago de sidra.

 

—En abril del año pasado ya pillamos al jodido pulgón, y este año son más pequeñas que nunca, Abundio. No sé que voy a hacer. 

En el oscuro antro donde cuatro abuelos juegan al mus, entre chatos de vino, chuscos de pan y chorizo, y celtas con filtro, Xuan rompe a llorar.

 

—¡Eh, eh, Xuan!, ¿pero que fexes? Toma. Sécate la cara, y escúchame bien: La manzana es lo que es: una manzana. Y tú eres una buena persona. Pusiste todo tu empeño, y aún así, la naturaleza va por donde quiere.

—¡Pero puse todos mis ahorros en la tierra, Abundio!

 

—¡Y ya no hay para darles el pan a mis hijos!

— Las manzanas, las manzanas, toda mi vida con las manzanas y viene un maldito gusano y se las come. ¡Este año no habrá sidra que vender y estaré en la ruina!

—Xuan. Toma. Bebe otro trago. Este va de mi cuenta. Escucha:

 

—Sea como sea, a ti no te va faltar el pan “pa” tus hijos, porque aquí estoy yo para evitarlo.

 

Los cuatro abuelos han dejado de mirar las las cartas, pues en un pueblo, ya se sabe…, las paredes oyen. Así que, en medio de sus lamentaciones, Abundio, con las manos en la barra,

 

le envuelve, en necesaria amistad de épocas severas suponiendo otra ayuda adicional.

 

Tras una lámina de cristal de la ventana exterior del bar, Aida, con una mano sujetando a la mayor, Adela, y en el brazo izquierdo al pequeñín, Eduardo, ha estado observando la escena, y con los ojos también llorosos, abre la puerta y piensa: “Este hombre no me puede gustar más.”

 

—Aida, cariño, ¿qué haces aquí?

—Estar con mi marido, la persona más buena que existe. Con la que me casé y a la que no abandonaré jamás. Por más gusanos que devoren a todas las manzanas del mundo.

Y en ese momento le besa y le muestra el boleto premiado del Gordo de Navidad.

 

 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

RETALES DE POESÍA DE UN TAL VEZ

  RETALES DE POESÍA DE UN TAL VEZ   FERIA DE ABRIL   Si vas de Feria en abril, Tu no digas “disfrazada”, Que muy mala es la gente, Y quieren verte de frente de flamenca muy ajustada. Y cuando bebas despacito, No te amorres a la fuente Que es mejor un rebujito, pa que el sol no caliente ese torso tuyo tan bonito     NO ES JUSTO Una lágrima suicida. Un sollozo interrumpido. Una llama que no quema. Un domingo sin abrigo. Una cuenta que no cuenta, Una madre sin su hijo. Un comienzo en el olvido Una tarta sin sentido Un porqué sin un acento, Una rabia contenida, Una tarde ni te cuento Y todo eso sin tu risa, Es lo que quema dentro. ******** QUÍMICA Lo mires como lo mires, algo denota la ciencia: que el estudio de la química requiere mucha paciencia. Ciento dieciocho elementos ocultos en la tierra. Ciento diecisiete machos, más solo uno hembra. Qué mala pata. Que poca vergüenza, que sea la plata… ¿O no te diste cuenta?   *********   El olvido

EL ALMA DE UN BIT

  FRANCIS SNYDER (BETTY) HOLBERTON   EL ALMA DE UN BIT.     ---Buenos días.  -Buenos días, adelante, pase. Siéntese, por favor.  ---Matisonn, del Washington Post.  -Mucho gusto. ¿Puedo ofrecerle un café, un té, … un whisky, quizá?  --- ¡Oh!, no, no, gracias. Ha sido muy amable al concederme esta entrevista. Espero no importunarla demasiado. Sé que está recibiendo muchas visitas de otros compañeros de la prensa y la televisión, así que intentaré no molestarla demasiado.  -No se preocupe, joven. Usted dirá…  ---Sra. Holberton, ¿Puedo llamarla Betty?  -Por supuesto, dígame.  ---Si no le importa, tomaré algunas notas...  -Está bien. Adelante.  ---Veamos: ¿por dónde empiezo? ...tengo entendido que acaba de recibir el premio Ada Lovelace de la Asociación de Mujeres en Informática, y me preguntaba qué tanto ha significado para usted dicho reconocimiento, y si podría decirse que también serían merecedoras sus compañeras del Salón de la Fama de la Informática, las