EN EL LIMITE DEL BIEN
Que sepas que nunca fuiste
El envés de un amor triste.
Que tus labios fueron siempre
primavera en mi diciembre.
No te quise por querer,
y tuviste las de
perder.
Ahora te busco en las sombras
Al final de un largo andén.
Aquí te esperaré
¿Cómo era?
¡Ah, sí!, ahora lo recuerdo…
Espera, espera,
¿Cómo era?
«Tu boca en la mía…»
Te miro y sonrío.
Te miro…
Sonrío…
¿Qué fue del poema?
Lo busco en mi mente
Y, de repente,
se torna yedra…
Tu voz se pierde en el río
fluyendo entre las piedras.
Si cierro los ojos pienso en tus labios.
Si pienso en tus labios se me van los ojos,
ojos de ciego, directo a tus manos.
Tus manos me besan, creyendo ser labios.
Mis labios te esperan rozando tus manos.
Te tengo en mis brazos si todo se apaga.
Si cierro los ojos, pienso en tus labios.
Ella guarda un secreto,
Una runa oportuna
Que apunta derecho
A la misma fortuna.
Su espiral a la izquierda,
—Sugieren los celtas—
Despierta a las flores,
Que muestran colores
Al sol que calienta.
Y hay un colibrí
Que juega a volar
Con el carmesí
De su pelo al cantar.
¡Olé, florecita!
Me traes tu amor
En una esquinita
De un rayo de sol.
Bendita chiquita,
Elijo tu son
¡Que sín, que non…!,
Mi flor margarita.
Hubiese sido distinto
si la princesa del cuento,
en lugar del tiento
que con su dedo puso
en la punta de la aguja,
para evitar de la bruja
su hechizo fatal,
hubiese cubierto
su índice inocente
con una capucha,
cual sombrero reluciente
o vasija de metal.
Soy la chistera,
sombrero de copa
que poco sincopa
el rugir de la fiera
que muestra la boca
en la oscura gatera.
Chin pun, chin pan,
tras una varita
doy un tulipán
y un conejo que agita
un reloj de mesita.
Un plumero de flores
y una blanca paloma,
de varios colores,
globitos que explotan...
¡bienvenida, alegría!
¡Atrás los dolores!
Rastrojos del tiempo,
mar de hierba yermo
que proyecta mi mente
quemando el aire
que robé del fondo
eterno de tus senos.
Barbechos de besos
esparcen mis restos,
ardientes y secos
de un luego o un quizás,
repiten al eco
que no volverás.
EBÚRNEO
Áureo es el reflejo
de tus cabellos,
y hay cerúleo
en el brillo de tus ojos.
Y aunque mi alma
rebusca en lo telúrico,
y en lo ebúrneo
de tu sonrisa,
no hallo otro elemento,
Ni amalgama,
ni mixtura…
Sólo un poso férreo
de amargura
que tu vida no precisa.
PARA ESTER.
entre reír o llorar,
o callar entretanto,
no sabría cómo hacer,
para simular o fingir
lo difícil que es reír
cuando dentro sólo
hay llanto.
Pero hoy solo canto
con la voz del atardecer
a quien quiera oír,
a quien pueda escuchar
que no basta con querer,
que hay que hacer más.
Lo sabes bien, Ester,
ponte a caminar,
Que la vida es una fiera
aún por amansar.
SOLO TUYO.
Solo si cierro los ojos
veo el rojo del arrebol
de un atardecer pleno
y un sol que perece
sobre un mar de trébol.
La brisa me adormece
Imitando un susurro.
Y descubro el arrullo
que dentro de mí crece,
como un suave murmullo,
discreto y paciente,
que vive y que siente
que soy solo tuyo
LOS REYES MAGOS
«Tin, tin, tin»,
Ya vienen, ven,
están en el jardín.
Cierra tus ojos,
hay que dormir,
que un niño despierto
no va a recibir
la Magia del Rey
de un lejano confín.
Ni chuches ni coches
ni cien pirulís.
Sueña, mi amor,
descansa, mi bien,
que vienen los Reyes,
que vienen por ti.
CUANDO SEA VIEJITO
Cuando sea viejito
y el tiempo ya no importe,
recuerda que te quise,
aunque el dolor ya no afloje.
Que fue el destino
quien puso objeciones,
y que fueron tuyas
mis preocupaciones.
Más, mira que te digo,
que fue un beso mi refugio
el que un día para siempre
marcó el tuyo, mi camino.
EN LOS MAPAS DE TU PIEL
Tuve una vez
en los mapas de tu piel,
CAMINO.
Camino de mi corazón,
tus pasos son
los rastros del latido,
camino.
Son las luces de tu pelo,
que iluminan mi pecho
como destellos del sol,
camino.
La nubes juegan ante mí,
niño perdido de tu amor
por un beso furtivo,
camino.
Y en el viento del recuerdo
tu voz resuena,
camino.
LENTAMENTE
Dejaré a la lluvia
empapar mi rostro
un día de primavera.
Volveré atrás la vista,
sin miedo a nunca más perderte.
Y de nuevo, cederé a la suerte
el milagro de la vida.
Si mi corazón pretende
detenerse algún día,
que sea lentamente,
junto a ti, vida mía,
que sea lentamente.
FERIA DE ABRIL
Si vas de Feria en abril,
Tu no digas “disfrazada”,
Que muy mala es la gente,
Y quieren verte de frente
de flamenca muy ajustada.
Y cuando bebas despacito,
No te amorres a la fuente
Que es mejor un rebujito,
pa que el sol no caliente
ese torso tuyo tan bonito
NO ES JUSTO
Una lágrima suicida.
Un sollozo interrumpido.
Una llama que no quema.
Un domingo sin abrigo.
Una cuenta que no cuenta,
Una madre sin su hijo.
Un comienzo en el olvido
Una tarta sin sentido
Un porqué sin un acento,
Una rabia contenida,
Una tarde ni te cuento
Y todo eso sin tu risa,
Es lo que quema dentro.
********
QUÍMICA
Lo mires como lo
mires,
algo denota la
ciencia:
que el estudio de la
química
requiere mucha
paciencia.
Ciento diecisiete
machos,
Ciento dieciocho
elementos
más solo uno hembra.
ocultos en la tierra.
Qué mala pata.
Que poca vergüenza,
que sea la plata…
¿O no te diste
cuenta?
*********
El olvido.
En el callejón
Donde mueren los sueños,
En la trastienda
de nunca jamás,
No existe
un triste recuerdo
que pueda, tal vez,
despertar
del amargo letargo
a tu risa, a tu piel,
a la lágrima en tu rostro.
Y, me hiere, y me mata,
y en la pena me postro,
sin poderte recordar...
**********
Noche de
San Juan
Noche de San
Juan,
cálida
noche,
de coca y
champán,
de fuego y
deseo,
de luz y
color
y sutil
devaneo.
Llévame al
cielo,
con ruido y
pasión,
abrázame
fuerte,
y no dejes
que salga
otra cosa de
mí
que un beso
furtivo
que dure
hasta el alba.
**********
Colores
Índigo o añil,
Violeta o
morado,
No sé
decidir
Si rojo o
colorado
Tu piel
purpúrea
Me excita...
Soy un
camaleón
Enamorado.
LUCERO
¿Cómo que no sé ni la U?
¡Un borriquito licenciado como yo!
Si hasta mi abuelo Platero
ya brillaba con su pelo y sus ojos,
como el universo, de cristal negro.
De casta le viene al galgo
ser perrillo rabilargo.
Y a mí, como buen pollino,
me gusta observar el cielo
Y no pasar de largo como
un simple campesino.
Allí, allí veo la estrella
de donde viene mi casta
la veo por el agujero,
justo cuando llega el alba.
Ese es mi nombre:
Lucero.
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