Nagqu. El Denisovano Errante N o hay peor pesadilla para un escritor de éxito, que el llamado “síndrome de la página en blanco”. Nadie sabe a ciencia cierta a qué se debe. Quizás el estrés, la fatiga, la depresión, o simplemente los demonios interiores que se empeñan en secuestrar la mente y abandonarla en un limbo de papel gris, o entre las teclas desgastadas de un teclado. Algo así es lo que le sucedió a Jairo Cortés: Pasé noches enteras odiándome. Acumulando colillas y pensamientos inútiles delante de la blanca palidez de la pantalla. En el estertor de la última madrugada, al tiempo que mis párpados se rendían, me asaltó el estro de mi salvación. Pero ya pertenecía al mundo de los sueños… *************** -Lisa. -Despierta. ¡Nos hemos dormido! Gregor mira la luz que se cuela por la rendija de la persiana, y salta de la cama. A la pata coja, con una mano se pone los pantalones y con la otra coge el móvil, mira la hora y sigue refunfuñando su falta...